El Ministerio del Ambiente y Agua (MAAE), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), a través del Programa Nacional para la Gestión Ambientalmente Adecuada de Sustancias Químicas en su Ciclo de Vida (PNGQ), entrega $299.229,5 dólares a 6 proyectos que tienen como objetivo reducir la contaminación generada por sustancias químicas, específicamente, contaminantes orgánicos persistentes (COP) y mercurio.
Los proyectos serán ejecutados por asociaciones de mujeres seleccionadoras de mineral y asociaciones mineras, academia y Gobiernos Autónomos Descentralizados. De esta manera, el Gobierno Nacional busca incidir en la promoción de patrones de consumo y producción sostenibles y responder a la emergencia sanitaria que, actualmente, castiga con más fuerza a las comunidades vulnerables del país. Las propuestas seleccionadas permitirán llegar de manera directa a 11.873 personas. La implementación iniciará a partir del mes de agosto y tendrán una duración promedio de un año.
Con el objetivo de reducir las emisiones de compuestos orgánicos persistentes no intencionales (COP-NIs) producidos en botaderos e incendios forestales, el 22% de los fondos se destinará para mejorar la gestión integral de residuos sólidos en el botadero a cielo abierto ubicado en el cantón La Libertad. El 12% se invertirá en el fortalecimiento de las capacidades para la prevención de incendios en Cayambe y Zaruma, zonas estratégicas, ubicadas cerca de áreas protegidas.
En las zonas vinculadas a la minería, con el objetivo de reducir el uso de mercurio se aportará en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria a través de huertos familiares en Azuay y en equipamiento para un taller de orfebrería en El Oro. Mientras que, con el objetivo de promover la remoción de sustancias químicas peligrosas se llevará a cabo una investigación en ríos impactados en Zamora Chinchipe, propuestas a las que se destinará el 17% de los fondos, respectivamente.
Finalmente, frente a la constante producción de basura, se plantea promover nuevas formas de consumo que faciliten nuestra convivencia con la naturaleza para lo que en Pichincha, se invertirán el 15% de los fondos para adecuar un espacio de sensibilización ciudadana que motive el aprovechamiento de residuos orgánicos, el uso de fertilizantes biológicos y la siembra de hortalizas y/o frutas en huertos urbanos dentro del programa “Quito libre de Basura” en un sitio provisto por la Empresa Municipal de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS) .
Paulo Proaño, ministro del Ambiente y Agua (e), afirmó que el objetivo es reducir la generación desmedida de desechos peligrosos que impactan de manera negativa en nuestros recursos. También, recalcó que el éxito de esta propuesta es que “responde a las necesidades de la comunidad y busca potencializar sus capacidades”.
Por su parte, Matilde Mordt, representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), destacó que “cada vez, con más fuerza, se siente la urgencia por cambiar nuestros modelos de consumo y producción”. La representante enfatizó la importancia de contribuir y acompañar iniciativas sociales y ambientales sostenibles, que incidan también en la promoción directa de la igualdad de género, como se muestra en los proyectos seleccionados, en los que este fue uno de sus componentes prioritarios.
Alianzas y articulación con la comunidad
A mediados de 2019, el Ministerio del Ambiente y Agua junto a sus aliados y en articulación con la comunidad, identificó propuestas para reducir la contaminación generada por sustancias químicas peligrosas en los ámbitos de la minería artesanal y de pequeña escala, la agricultura y la gestión de residuos sólidos.
Gracias a alianzas con actores clave como Fundación Heifer Ecuador, Proyecto ‘Amazonía Sin Fuego’, Universidad de Utah, Escuela Politécnica Nacional, Universidad Nacional de Loja y la Universidad de las Américas se garantizará el acompañamiento, puesta en marcha y articulación de iniciativas junto a líderes de la comunidad.
El objetivo del Programa (PNGQ), es proteger la salud humana y el ambiente del impacto de químicos nocivos, en particular de compuestos orgánicos persistentes (COP) y mercurio (Hg) mediante la adopción de un enfoque de gestión ambientalmente adecuado durante el ciclo de vida de las sustancias químicas.