Desde febrero de 2016, el Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS-EP), trabajó con inversión privada en la construcción de la primera Planta de Generación de Energía Eléctrica a partir del biogás que se genera de la descomposición de la basura de la ciudad.Desde febrero de 2016, el Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS-EP), trabajó con inversión privada en la construcción de la primera Planta de Generación de Energía Eléctrica a partir del biogás que se genera de la descomposición de la basura de la ciudad.
Comenzó en febrero de 2016, en una primera fase, con 2MW y en una segunda fase, en marzo de 2017, con 3MW adicionales, aportando en total 5MW para dar energía eléctrica a más de 25.000 viviendas. La planta se encuentra dentro del Relleno Sanitario El Inga, ubicado en la vía Pifo-Amaguaña sobre la vía E35 en el sector del nuevo parque industrial, Km 14.5.
Verónica Arias, secretaria de Ambiente, informó que este proyecto es uno de los hitos más importantes en relación al manejo apropiado de los residuos sólidos y la visión cero basura, desde el principio hasta la disposición final. Esta es una política desarrollada por el alcalde Mauricio Rodas.
“Cada vez que la planta produce energía a través del consumo del gas metano, baja la Huella de Carbono de toda la ciudad. Quito es pionera a nivel de Ecuador y a nivel mundial al cumplir con el acuerdo de París de cómo las ciudades están pensando a futuro en ser más sostenibles. Es un modelo a seguir a nivel nacional”, finalizó Arias.
Santiago Andrade, gerente de la EMGIRS dijo que “Quito produce 2.000 toneladas diarias de basura, de esas, 1.000 toneladas son materia orgánica que por su descomposición produce biogás. Este biogás tiene una composición del 50% de metano que es más contaminante que el CO2”.
Con la planta se dejan de emitir al medio ambiente 26 millones de metros cúbicos de biogás, lo que significa 250.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Al Municipio no le cuesta un centavo, más bien recibe a cambio 500.000 certificados de carbono (compensaciones ambientales) por reducir contaminantes y percibe dos megavatios de energía térmica para los usos internos del relleno. Si no existiera la planta es como si se dejara que ingresen 250.000 nuevos carros, cada año, al parque automotor de la ciudad.
“También a corto plazo, mediante alianza público y privada, se realizará el aprovechamiento de la Planta de Separación de Residuos de la Estación Sur, en donde se invertirá entre 30 y 50 millones de dólares para reducir la cantidad de basura que va al relleno, es decir, entre un 30 y 40% (800 toneladas).Además habrá ahorro de recursos porque por cada tonelada de basura que ingresa al relleno cuesta 26, 95 dólares. Finalmente ampliará la vida útil de relleno Sanitario del Inga”, concluyó Andrade.
Deisy Talavera, gerente de Gasgreen, indicó que: “los quiteños deben estar orgullosos porque con esta planta es la primera a nivel nacional, desde febrero del 2016, en producir energía eléctrica de la basura, es la sexta a nivel Sudamericana y la Novena a nivel mundial. Hasta el 2028 seguirán operando en las instalaciones en base a alianza público-privada establecida. La idea es hacer réplicas en otras ciudades del país”.
En la planta trabajan 13 personas, entre obreros y técnicos y 20 en el extranjero. El 70% de empleados forman parte comunidades cercanas de Itulcachi y Pifo. La producción de energía va directa al Mercado Eléctrico Mayorista. La inversión extranjera fue de 15 millones de dólares.
El inversionista extranjero José A. Carlini dijo que: “la planta es un equivalente a evitar que 300 días dejen de circular todos los vehículos por la ciudad de Quito o tener 2.5 millones de árboles sembrados”.
Este mes se cumple un año desde que Quito celebró el evento Hábitat III, y a puertas de este aniversario, la ciudad se perfila como un ejemplo de sostenibilidad y aprovechamiento de recursos para obtención de energía limpia.