El Municipio de Quito, a través de la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos (EMGIRS EP), brindará el servicio de incineración de fauna urbana muerta con el objetivo de reducir el impacto ambiental que genera la inadecuada disposición final de los cadáveres de perros y gatos. Actualmente, el incinerador, que está ubicado en el Complejo del Relleno Sanitario, se encuentra en fase de pruebas.
Esta iniciativa complementará el proyecto denominado “Animales al Cielo” ejecutado por la Empresa Pública Metropolitana de Aseo (EMASEO), que consiste en la implementación de un proceso técnico para recoger los cadáveres de animales del espacio público.
La planta cuenta con un incinerador con capacidad de 400 kilogramos por hora, una cámara de combustión primaria con temperatura que varía entre 800 y 1.200 grados centígrados, una cámara de post combustión para el reprocesamiento de gases con temperatura mínima de 1.000º grados centígrados, monitoreo de temperatura digital, temporizada e integrada al equipo, sistema de tratamiento de gases para el cumplimiento del acuerdo ministerial MAE 026, sistema isocinético para monitoreo continuo de emisiones de gases y sistema de refrigeración.
La fauna urbana muerta debe recibir un adecuado manejo para evitar el deterioro del entorno urbano, afectaciones a la salud pública y el daño al medio ambiente del Distrito Metropolitano de Quito.
Por otra parte, la disposición final de este tipo de residuos junto a los residuos sólidos no peligrosos asimilables o domésticos en el Relleno Sanitario de Quito atrae animales indeseables y vectores de enfermedades al lugar, y ocasiona la emanación de malos olores. De acuerdo a la Ordenanza Municipal No. 332, los animales muertos hallados en el espacio público son considerados como residuos infecciosos.